La depresión en los perros puede ser algo más normal de lo que pensamos. Cuando nuestro perro está triste debemos poner especial atención en detectar los síntomas para buscarles una correcta solución. En este artículo encontrarás información y consejos, sobre esta silenciosa enfermedad. Siempre consulta a tu veterinario ya que ninguna web debe sustituirlo.
La depresión en los perros.
Como a nosotros, nuestros amigos también pueden sufrir depresión. Unos síntomas que podemos apreciar pueden ser los siguientes:
- Actitud de tristeza o apatía.
- Come muy poco.
- Cambia su comportamiento habitual.
- Demuestra poca afectividad.
- No quiere jugar.
- Suele dormir más de lo normal.
- Tiende a estar escondido.
También pueden aparecer estos síntomas tras una enfermedad u operación. Lo normal es que estos casos aparezcan tras un gran cambio, por ellos os detallamos algunos ejemplos de estas causas. Como siempre, has de consultar a tu veterinario o especialista y no a una web.
Motivos depresión en perros.
Cambio de familia u hogar.
Para ellos tanto el cambio de familia como el de una vivienda, suele ser un gran trastorno. Por ello suelen mostrarse más tímidos, tristes y suelen ser algo menos sociables. Solo tendremos que darles un poco de tiempo para que se adapten y mucho cariño y juego.
El embarazo psicológico.
Suele aparecer en perras no castradas y que no han tenido cachorros antes. Debemos de tratarlo lo antes posible con nuestro veterinario.
Estrés o ansiedad.
Pueden sufrir estrés como nosotros y suelen mostrarlo con tristeza, apatía, miedo, exceso de actividad y estereotipas. Para estos síntomas, debemos de llevar a nuestro perro al veterinario para que determine el tratamiento. Siempre daremos todo el cariño que podamos y afecto, juegos y salidas más largas.
Muerte de un ser querido.
Como a nosotros, para ellos, la pérdida de un amigo de juego, humano muy cercano, puede ser fatal para ellos. Para intentar solucionar su perdida, debemos de darle más cariño, juegos, salidas a centros de entretenimiento y que socialice con más perros.
Mucho tiempo solo.
El pasar mucho tiempo solo puede causar ansiedad por separación. Esto puede hacer que nuestro perro adopte un carácter destructivo y puede ladrar mucho más. Para tratar a nuestro amigo, aplicaremos juegos de inteligencia que ayudaran a que pasen las horas más rápido. Mucho cariño y mucho ejercicio ayudarán.
Salida de un familiar
Ya sea la salida de una persona u otro animal. Puede afectar mucho a nuestro perro, mostrando actitud de tristeza por el vacío. Debemos de darle tiempo, más atención y juegos. Aunque para él lo ideal sería otro compañero de juegos. Normalmente suelen recuperarse con el tiempo.
Situación desagradable.
Si nuestro amigo a sufrido alguna situación desagradable para él, puede hacer que se vuelva triste. Lo que debemos hacer es darle tiempo, atención y cariño a raudales. Esto puede hacer que nuestro amigo olvide ese mal momento.
Tras una enfermedad.
Nuestro perro puede mostrar una actitud de tristeza, apatía tras una enfermedad. Llevaremos a nuestro perro al veterinario para que determine si es física o psicológica y su tratamiento a seguir.
Un bebé en casa.
Si hemos adaptado la casa y a nuestro perro para la llegada de un bebé. Este puede mostrar actitud triste, apática y celosa. Debemos evitar que esta situación pueda empeorar. Para solucionar este problema, debemos de prestarle más atención, cariño y juegos activos.
Una mascota nueva en casa.
Al igual que con la llegada de un bebé. Una mascota nueva puede crearles celos. Por ello, prestaremos siempre atención a nuestra mascota, antes que a la nueva. Esto es muy importante para evitar los celos que puedan acarrear en peleas entre ellos.
Una pelea con otro perro.
La situación de una pelea entre perros, suele marcarlos mucho. Dependiendo de cada uno, pueden volverse más agresivos, miedosos o asustadizos. Solo tenemos que hacer que socialice con otros perros poco a poco y darle mucho cariño.